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Deja que Dios te ayude (Cap. 17)



Bendiciones en este día para tu vida amigo, amiga, hermano o hermana. Vamos a meditar un poco en este tema tan precioso para nuestras vidas ahí en el libro de Lucas 18:22-27; En el cual en este último nos menciona algo muy importante, que lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.

Por lo tanto, como nada es imposible para Dios, se entiende por ende que nosotros somos limitados y requerimos de Dios para sostenernos, sustentarnos, vivir, resolver los problemas de nuestras vidas y consolidar proyectos u objetivos.


Existe una capacidad tan misteriosa que poseemos todos los seres humanos, la cual es la de dejar que Dios entre o no entre a nuestra vida. Esto es tan profundo, ya que Dios siendo el creador y dueño de todo el universo, de nuestro sistema solar, de nuestro planeta, de su atmósfera y de toda vegetación y vida animal existente, él creó al hombre a su imagen como dice el libro de Génesis 1:26 y 27, un ser que menciona la Biblia como la corona de la creación. El hombre al desobedecer a Dios, tuvo conocimiento de lo bueno y de lo malo, y por lo tanto Dios depositó en el hombre un libre albedrío, una libertad de poder creer en Dios o no hacerlo.

Dios ama al hombre grandemente, y es por eso que él desea que, si le buscamos, lo hagamos con agradecimiento, con entrega, con fe y con sinceridad. Pero somos nosotros quienes decidimos abrirle la puerta a Dios o desecharlo de nuestras vidas.


1.- El hombre debe aceptar que necesita de Dios. (Lucas 15:17-19)

Todos nosotros conocemos la historia del hijo pródigo, que después de darse cuenta del error en el que se encontraba, decidió volver a su Padre, por lo menos para que lo pusiera como trabajador en su casa. Pero imagino esa escena cuando el Padre y el hijo se encontraron, y en vez de esperar un semblante de descontento y decepción por parte de su Padre, menciona la Biblia que este corrió al encuentro de su hijo y le hizo grande fiesta por su retorno. Así mismo tu y yo, debemos siempre aceptar que necesitamos volver a Dios, necesitamos de Dios día con día, porque nosotros por nuestra propia cuenta no podremos jamás hacer nada.


2.- El hombre necesita colaborar con Dios. (Jeremías 18:2 Marcos 6:38)

En Jeremías se nos expone como la vasija de barro se rompió en manos del alfarero y como la volvió a reconstruir; entonces Dios le habla al profeta y le dice yo mismo puedo hacer por ustedes como el alfarero, reconstruirlos y restaurarlos, si existe una disposición y colaboración.

En la alimentación de los 5 mil, solamente tenían 5 panes y 2 peces los discípulos. Jesús tomándolos en sus manos, alzó sus ojos y los bendijo. Al partirlos se multiplicaron y los dio a sus discípulos para que repartiesen. Aquí identifiquemos que aparte de la grande y maravillosa señal que hubo, existió también la colaboración de los discípulos, hubo disposición para que esto sucediera y quedara escrito así.



3.- Dios respeta la voluntad del hombre. (Mateo 23:37)

Jesús en esta porción se lamenta por lo que Israel hacía con los santos hombres de Dios. Los mataba y apedreaba porque no deseaban obedecerle. Esto indudablemente demuestra que Jesús siempre deseaba y sigue deseando mantenernos junto a él: como la gallina junta a sus polluelos […], pero somos muchas veces nosotros los que pareciera que no deseamos estar junto a él y que creemos que somos autosuficientes y autosustentables. Jesús siempre frente a todo lo sucedido con Israel y sus profetas enviados de Dios; además de lo que sucede en nuestro día a día e incluso en nosotros, siempre ha respetado la voluntad del hombre, porque lo ama y quiere que se arrepienta honesta y sinceramente delante de él; lo que nos lleva al siguiente y último punto.


4.- El hombre necesita abrir la puerta de su corazón. (Apocalipsis 3:20)

Este versículo tan precioso y profundo nos dice que Jesús siempre está a la puerta de la vida de cada uno de nosotros esperando a que alguno le abra la puerta de su corazón para que él pueda entrar y transformar nuestro ser por completo y hacernos nuevas criaturas. Él podrá entrar si tan solamente nosotros le damos el lugar que a él y solo a él le corresponde en nuestro corazón.

En Hebreos 3:7 y 8 nos da una enseñanza de reflexión y confianza para con Dios en que dice que si escuchamos hoy su voz no ignoremos su llamado, sino que sea un motivo de alegría y gozo en nuestras vidas el poderle aceptar en nuestro corazón.


“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”

Apocalipsis 3:20

 
 
 

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