top of page

Romanos 5:8 (Cap. 1)

Este es el primer capítulo del programa semanal “Aliento de Vida”, donde trataremos el versículo muy conocido de Romanos 5:8 Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.



Dios ha mostrado su amor a través del sacrificio de su Hijo Jesucristo en la cruz. Jesús decidió llevar nuestra culpa en la cruz, nuestros pecados y errores, para podernos limpiar y perdonar a través del arrepentimiento genuino.

Este pequeño momento de meditación en las escrituras y, particularmente, en este versículo, nos muestra de una manera muy simple y clara de que Dios mostró su amor por la humanidad, que en que siendo hacedora de maldades, faltas y pecados, dio a su unigénito hijo en un sacrificio perfecto una vez para siempre, para redención de todos los pecados, incluidos los tuyos y los míos.

El enemigo siempre tratará de confundirnos y hacernos dudar a toda costa nuestra fe en Jesús. Sólo es de esa forma en que él se fortalece, a través del miedo, de la duda, de la incredulidad y de la negación absoluta de Jesús por parte de un ser humano. Nosotros como creyentes firmes en Cristo no debemos permitir que esa cercanía, esa confianza y esa comunión con él, se vea opacada por los ataques constantes del enemigo hacia nuestra vida espiritual, que claro, más tarde, se verán tristemente reflejadas en el exterior, si concebimos aceptar esos ataques.

Esta porción de la palabra nos expone de una manera tan bella y hermosa el amor de Cristo para contigo y conmigo, que en que siendo aun pecadores, hacedores y pensadores de mal, por lo que estaba perdido y en ruinas, él vino y murió para restaurarnos, para salvarnos, para darnos vida y una vida eterna y en abundancia. Debemos estar seguros de ese sacrificio perfecto en la cruz, no dudar, al contrario, aceptar que nosotros somos pecadores… indignos de su presencia, de su amor y de su misericordia… más aun recordar que nadie pudo, nadie puede, ni podrá jamás quitar el pecado y transformar nuestras vidas, sino solo Jesucristo.

Dios te bendiga mucho hermano, hermana, amigo o amiga en el amor del Señor. En este día y en este momento, haz esta palabra para ti, para tu alma y para tu espíritu. Afiánzate fuerte de la mano de Jesús, él nunca te soltará ni te abandonará. Confiesa delante de él tus pecados y arrepiéntete de cada uno de ellos y él en su infinita gracia y misericordia los borrará.


Isaías 44:22 RVR 1960 – “Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí”-

コメント


Únete a nuestra lista de correo

No te pierdas ninguna actualización

  • Black Facebook Icon
  • Black Twitter Icon
  • Black Instagram Icon

© 2019 Aliento de Vida // By Leví Vázquez

bottom of page